Hoy arranca Luz en ámbar, el blog de seguridad vial de CNAE, el del lector interesado en el amplio y complejo mundo de la seguridad vial y la movilidad sostenible.

¿Por qué “Luz en Ámbar”? Porque en los semáforos indica precaución. Es la que separa el verde del rojo. Con el verde y el rojo, no hay ninguna duda: el rojo prohíbe; el verde autoriza. El ámbar es ambiguo, fronterizo; a la pregunta: ¿paso o no paso?, el ámbar casi siempre responde: depende.

Un amigo nuestro, que veraneaba en Lugo, llegó a un restaurante y lo halló a rebosar. No tardó en acercarse un camarero, quien le informó de que no había sitio y debía ponerse a la cola. Nuestro amigo le guiñó el ojo: “¿Qué, jefe, usted cree que tardaré mucho en tener una mesa?” Y el hombre respondió con imparcialidad gallega: “Bueno, depende”.

¿Significa esto que vamos a ser tan precavidos que no nos vamos a mojar? Significa que nuestro color distintivo va a ser el ámbar, que en el contexto del tráfico constituye una llamada de atención y siempre estimula o debería estimular la prudencia (aunque sabemos que, por desgracia, no siempre es así).

¿A qué no aspiramos? A aburrir. ¿Qué pretendemos? Compartir alguna perplejidad con el lector, invitarlo a reflexionar con nosotros (o sea, a gastar cabeza, como dicen los valencianos, pero sin que le salga humo de los sesos).

A veces, nos permitiremos dar algún consejo (en un tono nada pedante y sin excesivos tecnicismos, perded el cuidado). Otras comentaremos alguna noticia de interés para las autoescuelas o para la sociedad en general. En todo caso, la participación del lector será primordial. Ni que decir tiene que esperamos vuestros comentarios.

Queridos amigos, no os fatigamos más. El próximo viernes, la primera entrega de “Luz en ámbar”.