¿Por qué hacer una revisión del coche antes de que llegue el frío?

Las bajas temperaturas ya se perciben en gran parte del país. Pero el frío será aún más intenso dentro de unas semanas, con la entrada ‘oficial’ del invierno. Viento, nieve, precipitaciones y hasta termómetro bajo cero en algunas regiones serán ‘compañeros de viaje’ de millones de conductores españoles.

Estas adversidades meteorológicas obligan a ser muy precavidos a la hora de sentarse al volante. La revisión del coche antes de que llegue el ‘verdadero’ frío resulta fundamental. Más si se piensa viajar por carretera durante las próximas vacaciones navideñas.

Estos son los motivos por los cuales hay que hacerla:

1- Control de los limpiaparabrisas

Es muy importante asegurarse de que los limpiaparabrisas se encuentran en perfecto estado de conservación. La recomendación resulta más idónea para propietarios de vehículos que ‘duermen’ en la calle. Es muy común que en invierno el parabrisas del coche amanezca con capas de escarcha o, incluso, con placas de hielo. Para evitar sobresaltos, se debe chequear previamente que las escobillas no estén gastadas, y que funcione adecuadamente la función de barrido. Asimismo, resulta esencial controlar el nivel de líquido limpiaparabrisas.

2- Chequeo de niveles de líquido anticongelante

En invierno, el líquido anticongelante cumple una función decisiva para el mantenimiento del motor. Antes de la entrada definitiva de esta estación, resulta imprescindible el control de su nivel. Si es necesario, en el taller repondrán la cantidad necesaria con anticongelante puro, sin diluir, para no reducir la protección frente al frío. Además, testearán las capacidades anticorrosivas que ofrecen sus aditivos.

3- Comprobación del estado de la batería

Una de las situaciones más usuales causadas por el frío es que el coche no arranque por culpa de la batería. Sin dudas, el invierno no es buen aliado suyo (afecta directamente a su duración y rendimiento). La batería comienza a desarrollar su función con mayor dificultad a partir de los 0 grados, y reduce su potencia hasta la mitad, a partir de los diez bajo cero. Por eso, conviene hacerle una revisión en el taller. De esta forma, quien desee viajar con la familia estas Navidades evitará dolores de cabeza posteriores y que el coche les deje tirados en plena carretera.

4- Ajuste de la climatización

La climatización es otro de los aspectos cruciales a tener en cuenta en invierno. A nadie le gusta viajar en coche sin la calefacción adecuada y con los cristales empañados. Por ello, antes de que lleguen las temperaturas más bajas, es necesario comprobar en detalle el sistema de climatización, el estado de los filtros y las salidas de aire de vehículo. Para que uno se desplace calentito en el vehículo, mejor acordarse antes de que todo está en orden.

5- Repaso del sistema de iluminación

En invierno hay menos horas de luz natural. Y no solo eso: decrece su intensidad. La revisión permitirá comprobar que el sistema de iluminación del vehículo está a punto. Es decir, que cada dispositivo cumple adecuadamente su función, e ilumina como debe ser. Entre ellos debe prestarse mucha atención a los antiniebla, que pueden llegar a utilizarse durante los próximos meses.

6- Revisión de los neumáticos

La presión, los flancos, el dibujo, el nivel de desgaste… El estado de los neumáticos de un coche es clave todo el año. Pero el frío suele hacer que pierdan presión, por lo que hay que seguirlos de cerca para evitar cualquier percance. En invierno, además, con el asfalto resbaladizo por las heladas, lluvias y hasta nevadas, se torna más importante que nunca que estén en óptimo estado. En esos casos se adherirán con seguridad a la carretera. Junto a la suspensión y los frenos forman parte del triángulo de la seguridad del vehículo.

7- Supervisión de frenos

Los frenos, precisamente, también deben estar en perfecto estado todo el año. Pero, como se ha indicado, en invierno los asfaltos se vuelven más difíciles de dominar, ya que están más resbaladizos. Por ello conviene que se haga una supervisión minuciosa de frenos antes de que llegue el frío. Conducir con climatología adversa puede requerir, muchas veces, de mayor distancia de frenado. Si los frenos no rinden a la perfección, aumentará el riesgo de accidentes.

8- Atención al aceite para el motor

La llegada del frío nos indica que es imprescindible mantener el nivel de aceite dentro de los límites recomendados por el fabricante del automóvil. Pero no solo ello, también hay que prestar suma atención a su calidad y su viscosidad. Si bien el cambio de aceite es algo relativamente sencillo para muchos conductores, es muy aconsejable que se haga en un taller especializado. Allí se asesorará al usuario en el grado de viscosidad y en el tipo de aceite adecuado en función del uso previsto del automóvil, en un contexto de frías temperaturas.

9- Testeo de la luna del coche

Las lunas de los coches incorporan de serie un recubrimiento hidrófobo. Se trata de una capa de unos 0,01 milímetros de espesor que evita que el agua llegue a mojar por completo el vidrio. Esto es esencial en épocas invernales, con lluvias y nevadas. Así se facilita el arrastre de las gotas por el limpiaparabrisas, y evita que las gotas acumuladas distorsionen la visión a través del cristal. Este tratamiento suele durar, aproximadamente, unos tres años, aunque es posible reaplicarla –existen kits a la venta- o aplicar productos basados en aceite de silicona que ofrecen un rendimiento similar. Las diferencias de temperatura entre el exterior y el habitáculo, especialmente al accionar la calefacción en ambientes muy fríos, puede contribuir a agrandar las grietas de las lunas hasta llegar a la rotura completa. Por eso es fundamental su revisión en el taller.