Uno de cada tres fallecidos en accidentes laborales perece en la carretera. Este es el dato que demuestra la importancia de la seguridad vial en las empresas.

Los accidentes viales al ir o venir del trabajo (in itínere), así como los ocurridos durante la jornada (en misión), son considerados accidentes laborales. Nuestro país sigue en el pelotón de cabeza de la Unión Europea en cuanto la tasa de muertos en accidente de tráfico por millón de habitantes. No obstante, la evolución de la siniestralidad vial laboral preocupa y mucho.

Los accidentes laborales suponen un coste humano, además de un coste económico para la empresa y las familias.

Por este motivo, el año pasado, la Fundación CNAE organizó unas jornadas de Seguridad Vial en las que se discutieron los diversos aspectos del problema. Sería importante un cambio de mentalidad en las empresas (poco a poco se está produciendo) y que éstas contasen más con las autoescuelas, dado el bagaje y la experiencia en formación sobre seguridad vial que éstas atesoran. Otro asunto a tener en cuenta es la ventaja a nivel de costes que entraña la prevención.

En este sentido, es primordial que cada empresa tenga su plan de seguridad vial, observando cada uno de los factores implícitos:

• El humano, las personas.
• El mecánico, los vehículos.
• El ambiental, la vía y su entorno.
• La empresa, las condiciones de trabajo, los horarios, etc.

A partir de aquí, tiene que haber una evaluación de cada puesto de trabajo y de cuáles son los que conllevan mayores riesgos, a fin de tomar las medidas necesarias. Lejos de ser un gasto, supone una inversión que redundará en el bienestar del recurso humano y, por ende, en la cuenta de resultados de la empresa.