Un viaje en familia, y más en vacaciones, siempre es un plan emocionante. Pero cuando lo hacemos en coche, especialmente en trayectos largos, los peques de la casa suelen cansarse y aburrirse. En esos momentos comienzan los llantos o quejas, dependiendo de las edades de nuestros hijos.
El mejor ‘antídoto’ contra estas situaciones es apelar a la imaginación. Desde el minuto 1, cuando nos montamos en el vehículo, las vacaciones deben ser divertidas e inolvidables para todos. A continuación te detallamos una serie de ideas para entretener a los niños y que el recorrido se haga mucho más ameno.
Contenido del Artículo
- 1 Consejos para entretener a los niños en el coche, durante los viajes
- 1.1 Audiolibros infantiles: la tecnología nos echa un cable magnífico.
- 1.2 Los cantajuegos son infalibles: prepara tu garganta.
- 1.3 Juguetes preferidos: el kit indispensable de ‘supervivencia’.
- 1.4 Series o películas, con o sin Internet.
- 1.5 Parada de descanso para “la primera merienda de las vacas”.
- 1.6 La creatividad, esa ‘receta’ infalible de nuestros padres y abuelos.
- 1.7 Juegos de mesa o de lógica y dibujos, para mayores de 4 años.
- 1.8 Un ‘truco’ que no siempre es válido: la pequeña despensa en tu mochila.
- 1.9 Conviértelo en ‘socio’ de aventuras durante el viaje.
Consejos para entretener a los niños en el coche, durante los viajes
Audiolibros infantiles: la tecnología nos echa un cable magnífico.
Todos conocemos los beneficios de la lectura en los niños. A la hora de viajar, podemos ‘matar varios pájaros de un tiro’. Además de estimular el desarrollo del lenguaje, la imaginación y el refuerzo de habilidades cognitivas que toda actividad de lectura conlleva, la tecnología nos echa un cable magnífico: los audiolibros infantiles.
Esta es una herramienta clave para entretenerlos y que el trayecto del viaje se les haga mucho más divertido. Mientras conduces, tus hijos estarán inmersos en los sonidos y narraciones de historias que realizan dobladores. Eso sí: es probable que, al finalizar cada trama, te pidan más y más.
Los cantajuegos son infalibles: prepara tu garganta.
¿A qué niño no le gusta cantar? Y más, si lo hacen como parte de un juego con las personas que más aman, sus padres y hermanos. Aquí tienes varias opciones. Una de ellas es llevarte los CDs o sintonizar música en streaming en tu dispositivo del coche, con las canciones que más les gustan. Por algo dicen que “la música amansa a las fieras”… Pero también puedes preparar tu garganta e improvisar concursos de canto, jugando a descifrar –por ejemplo- el nombre de las canciones infantiles de series o películas que a ellos les fascinan.
Juguetes preferidos: el kit indispensable de ‘supervivencia’.
Para los niños con edades de hasta 10 años (pero principalmente muy pequeños), hay algo infalible que no solo les divierte durante los viajes, sino que les aporta seguridad y tranquiliza: sus juguetes preferidos. En el listado de cosas y objetos que debes incluir en el equipaje, nunca dejes de apuntar esos avioncillos, peluches, muñecas, o álbumes de superhéroes que a ellos tanto les gustan y son sus aliados indispensables en momentos lúdicos.
No se trata de ‘desmantelar’ sus habitaciones y mudarlas a tu vehículo. Pero sí selecciona algunos de los juguetes que para tus hijos son los más importantes. O, directamente, que ellos los elijan, dependiendo de sus edades. En los viajes, serán sumamente útiles.
Series o películas, con o sin Internet.
No hay dudas de que esta es la era digital. Como padres debemos pugnar para que nuestros hijos no hagan abuso de dispositivos electrónicos que, entre otras consecuencias no deseadas, provocan dependencia. Pero en determinados casos, las tabletas aportan beneficios que nadie puede cuestionar.
Si vas a emprender con los tuyos un recorrido largo, las películas o las series familiares son siempre un método eficaz para evitar el aburrimiento. Hoy no necesitas acceso a Internet para que los niños las disfruten durante el viaje. Existen numerosas aplicaciones progresivas que ofrecen este tipo de contenido, si lo descargas previamente, como Netflix y HBO, por citar solo algunas. Lo ideal es llevar soportes para tabletas, que enganchen al reposacabezas del conductor y del acompañante del asiento delantero. Tus hijos, en los asientos traseros, se deleitarán.
Parada de descanso para “la primera merienda de las vacas”.
La DGT siempre recomienda hacer un descanso cada dos horas aproximadamente, en cualquier trayecto largo y por el motivo que fuere del viaje. Si hablamos de vacaciones en familia, esta es una gran oportunidad para tener otra excusa perfecta de ilusionar a nuestros hijos pequeños durante el recorrido.
La promesa de “parar próximamente” para tomar el primer desayuno / merienda / comida de las vacaciones suele funcionar contra su tedio y aburrimiento. Claro que hay que cumplirla, porque si no deberás escuchar a cada rato el típico “¿Cuánto falta para parar?”. Además, una pausa en el viaje viene bien a todos: estirar las piernas, hacer pis, o echar gasolina sirve para que conductor y acompañantes os despejéis.
La creatividad, esa ‘receta’ infalible de nuestros padres y abuelos.
Parece una frase manida, pero a la vida hay que echarle imaginación. Y en los viajes esta afirmación resulta muy oportuna. Puedes entretener a tus hijos sin necesidad de gastarte una pasta en contratar un animador infantil o una niñera durante el viaje. Solo apela a esa creatividad que todos llevamos, en mayor o menor medida.
O repite las fórmulas que tus padres y abuelos empleaban contigo, cuando eras chico y viajabas con ellos de vacaciones. Esto quiere decir hacer juegos de palabras de toda la vida, ‘Veo, veo’, palabras encadenadas, concursos de búsqueda de objetos desde las ventanas del vehículo, adivinanzas de colores de coches que aparecerán en la carretera y tantos otros más. No suelen fallar. Lo único que se recomienda es que sea el acompañante el que se encargue de estas ‘labores’, ya que el conductor debe estar concentrado en el tráfico.
Juegos de mesa o de lógica y dibujos, para mayores de 4 años.
La mayoría de niños, a partir de los 4 años, ya saben leer y conocen normas de más juegos. Los que podemos disfrutar con ellos durante el viaje, desde esa edad, no dependen tan exclusivamente de actividades lúdicas con objetos. Entonces, si las condiciones del coche lo permiten (muchos incorporan bandejas o mesillas plegables en los habitáculos) el viaje será un momento idóneo para que el acompañante juegue con los pequeños a juegos de mesa.
En caso contrario, podéis probar con juegos de lógica. ¿Ejemplos? Unir palabras, enlazar palabras con la última letra, leer matrículas, jugar a acertar con qué número terminará la matrícula del próximo coche que nos adelante en la autovía, aprender las señales de tráfico, etcétera. En el caso de los coches con bandejas o mesillas plegables sujetas a los asientos de conductor y copiloto, para ocupantes de asientos traseros, existe otra alternativa de éxito garantizado: que los peques dibujen, pinten y coloreen.
Un ‘truco’ que no siempre es válido: la pequeña despensa en tu mochila.
“Tengo hambre”… Seguro que habrás escuchado, en infinidad de ocasiones, a tus hijos pequeños repetir eso en el coche. Cuando emprendemos trayectos largos, esta petición suele multiplicarse por cien. Si hay aburrimiento o monotonía en los viajes, los pequeños suelen ponerse ansiosos y ‘se acuerdan’ de una las costumbres más habituales de todo ser humano: comer. Claro que es conveniente siempre llevar algo de comida y de bebida fresca para ellos, principalmente en verano y en trayectos largos. Pero esas ‘hambrunas repentinas’ de tus peques deben ser genuinas. Darles de comer galletas o bocadillos simplemente para agotar minutos de su aburrimiento no es un ‘truco’ que valga la pena. Antes que este último recurso, apela a todos los anteriores.
Conviértelo en ‘socio’ de aventuras durante el viaje.
Finalmente, este es el consejo más válido para entretenerlos durante el trayecto. Si el niño es lo suficientemente mayor, antes de montarte en el coche, prepara el viaje junto a él. Ilusiónalo con los lugares que conoceréis, muéstrale paisajes dónde vais a ir, etcétera. Y una vez en viaje, conviértelo en ‘socio’ de aventuras.
Coméntale, por ejemplo, costumbres de las ciudades o comunidades que vais atravesando en el trayecto, características de la gastronomía típica de esos puntos, historias de esos castillos que asoman a la vera de la carretera, recuerdos o anécdotas tuyas en pueblos o municipios que van quedando atrás… Todo, con cariño, amor e ilusión, se hace más llevadero y disfrutable.
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