Qué hacer cuando conducimos bajo una tormenta eléctrica

Qué hacer cuando conducimos bajo una tormenta eléctrica

Una tormenta eléctrica puede ser una situación de lo más peligrosa al volante de tu vehículo. Aunque no haya precipitaciones, puede ir acompañada de un fuerte viento. Ten en cuenta estos consejos:

 
  • Es importante que, durante una tormenta eléctrica, los conductores disminuyan su velocidad, siendo lo idóneo que inmovilicen su vehículo por completo. Aunque depende del vehículo, lo más probable es que el rayo genere un arco voltaico entre la llanta y el suelo, descargándose y, generalmente cuando esto ocurre, los neumáticos revientan por la elevación de la temperatura. 
 
  • A la hora de detenerse, es conveniente elegir un lugar seguro alejado de vallas metálicas o tendidos eléctricos. Es conveniente alejarse, también, de zonas con charcos o balsas de agua y zonas húmedas.
 
  • Dentro del vehículo, debes procurar no entrar en contacto con las partes metálicas del mismo, apagar la radio y cerrar las ventanillas
 
  • Es preciso esperar un poco antes de salir del coche, ya que su superficie metálica, al igual que le ocurre a un avión en vuelo al que le cae un rayo, se ha quedado cargada, “polarizada”, del campo eléctrico del rayo. Si los ocupantes bajan, y el vehículo no ha descargado a masa, ellos pueden cerrar el circuito al tocar la superficie metálica y pisar el suelo. Depende de la conductividad en ese momento, resistencia que se provoque, etc., para que las consecuencias varíen de un fuerte calambre a lesiones más graves.
 
  • Si el vehículo posee un cable de masa, de los utilizados para evitar la corriente estática y los molestos pequeños calambres al tocar el vehículo, será más seguro salir del mismo porque significará que la tensión de la chapa se ha descargado a masa.


Ten en cuenta además, que:

 
  • Aunque algunas marcas anuncian igual protección en coches descapotables, los vehículos cabrio con capota no ofrecen la misma protección que uno cerrado frente a los rayos.
 
  • Si estás en un núcleo urbano, la probabilidad de que te alcance un rayo es prácticamente nula, por no decir imposible. En vías fuera de poblado, la probabilidad ya no es nula, se eleva, por lo que debes situarte en algún lugar donde no seas la toma de tierra más probable para el camino de un rayo, es decir, no debes ser el punto más alto. Si estacionas al lado de un edificio que posea pararrayos, podrás estar tranquilo de que no caerá sobre nosotros el rayo.
 
  • Como peatones, conviene alejarse de tractores si no tienen cabina, bicicletas y motocicletas, y en general, de cualquier estructura metálica que pueda servir de toma de tierra para el camino de un rayo. Lo mejor es estar a cubierto, pero si nos es imposible, no debemos exhibir elementos metálicos ni tocar vallas, rejas, etc.
 

El coche, el lugar más seguro


Los rayos transportan corrientes de 30.000 A de intensidad y 800.000 V de tensión, y generan una energía en forma de calor de unos 8.000 ºC.

Por el denominado efecto Faraday, más concretamente su aplicación en Física denominada “Jaula de Faraday” los automóviles son lugares seguros en caso de rayos, ya que estos pasarán por el exterior de la carrocería y llegarán hasta el suelo, que es su destino, sin daño para el ocupante.

Michael Faraday postuló, y demostró él mismo sometiéndose al experimento, que el campo eléctrico dentro de una superficie conductora cerrada y continua es nulo. Él mismo diseñó una esfera metálica de grandes dimensiones por la que hizo pasar una corriente eléctrica elevada y permaneció dentro de la esfera sentado en una silla de madera. Demostró, con distintos aparatos de medición, y conservando su vida, que el campo eléctrico era nulo en su interior.