CNAE, en desacuerdo con las cifras de examinadores que baraja el ministro

CNAE, en desacuerdo con las cifras de examinadores que baraja el ministro

Aunque valora positivamente su reconocimiento del problema y su predisposición a solucionarlo
 

Según la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), la plantilla de la DGT necesita no menos de 270 examinadores más para dar un servicio acorde con las tasas que pagan los ciudadanos, mientras que Juan Ignacio Zoido cifró ayer la carencia en 176 funcionarios.
 
“Es la primera vez que un titular de Interior reconoce que faltan examinadores de Tráfico, lo cual es una buena noticia”, afirma el presidente de CNAE, José Miguel Báez. “Sin embargo –añade– la cantidad que el ministro mencionó está muy por debajo de la que estimamos nosotros y hay más jefaturas en graves dificultades de las 12 que citó”.
 
Ciudadanos de primera y de segunda
 
Decenas de miles de ciudadanos padecen un calvario para obtener el permiso de conducir. En muchos casos pierden oportunidades de trabajo, no pueden opositar, etc. El carné se encarece, pues los aspirantes que no saben cuándo se van a examinar dejan de recibir clases, olvidan parte de lo aprendido y luego suspenden, con lo cual se produce un círculo vicioso.
 
Para el presidente CNAE, no hay duda: “Desde el punto de vista de los exámenes de conducir, se puede decir que en este país hay ciudadanos de primera y de segunda. En unos lugares, cada vez menos, no hay problemas, de momento; en otros –la mayoría– las dificultades son crecientes, incluso insoportables.”
 
“También existe un dualismo inaceptable con respecto a otros servicios que da la Administración. Por ejemplo, la escasez de funcionarios no afecta a las matriculaciones o a las transferencias de vehículos. Es más, sabemos que parte de la menguada plantilla de examinadores de la DGT se está utilizando para desempeñar labores burocráticas. ¿Es que a nadie le importa la preparación de nuestros futuros conductores?”
 
En juego, el pan de 30.000 familias
 
Las manifestaciones y protestas se extienden por las jefaturas de Tráfico. Las últimas, que han tenido por escenario Madrid y Sevilla, testimonian el malestar del sector. “Las autoescuelas –explica Báez– somos microempresas que vivimos casi exclusivamente de la formación vial. Hay unas 9.200 puertas abiertas con un parque de unos 32.500 vehículos, que dan trabajo a 18.000 profesores; si nos vemos obligados a paralizar nuestros coches, perdemos nuestra única fuente de facturación, pero no dejamos de pagar las nóminas, ni de hacer frente a nuestras obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social. En fin, somos unas 30.000 familias en este país que no pueden salir adelante porque la Administración no funciona. Es así de simple”. 

(Foto: fachada de la sede de CNAE.)