Examinadores de Tráfico: la FAB pide medidas de choque

Examinadores de Tráfico: la FAB pide medidas de choque

La bolsa de pruebas de circulación pendientes, producida en gran parte por la huelga de los examinadores de 2017, no ha disminuido aún en Barcelona.

Ni siquiera la llegada a principios de este año de los nuevos examinadores ha servido para arreglar un problema que existía antes de que estallase el conflicto de los examinadores de Tráfico, pero que éste agravó. 

Según la presidenta de la Federación de Autoescuelas de Barcelona (FAB), Teresita del Niño Jesús Coll, un conjunto de factores explican la situación actual. «El seguimiento de la huelga fue muy masivo en Barcelona llegando en muchos momentos al 90% o más. Otro problema: de los 16 examinadores fruto de la última oposición libre que le correspondían a nuestra provincia, sólo 13 han tomado posesión; y al mismo tiempo se ha reducido el número máximo de pruebas de circulación por examinador (de 13 a 12), con lo cual nos hemos quedado prácticamente como estábamos. Tampoco van bien las horas extras.

»Aunque hay dinero suficiente por parte de la DGT, sólo un número reducido de examinadores acceden a trabajar todos los días por la tarde y, en este momento, existen muchas dificultades en los centros desplazados. Para colmo, el desbarajuste administrativo de la jefatura es completo, por culpa de la falta de personal». 
 

Efecto contraproducente

«Barcelona examinaba en ciclos de 8 días, con una presentación de alumnos por profesor restringida para adaptarnos a la capacidad de la Jefatura. Cuando llegaron los nuevos examinadores, la Jefatura estableció ciclos de 7 días, pero el efecto ha sido contraproducente porque muchos alumnos se están quedando sin examen.

»Precisamente la horas extras servían para evitar esta circunstancia pero ha entrado en juego otro factor: el calendario vacacional de los examinadores», explica la máxima responsable de la FAB.
 

Las autoescuelas necesitan más exámenes

Coll ha pedido reiteradamente un acuerdo tripartito (entre las autoescuelas, los examinadores y Tráfico) para acabar con la bolsa de las pruebas pendientes, cuya cantidad conoce perfectamente la DGT. «Nos han dicho que la bolsa no ha crecido, pero eso es tanto como reconocer que no ha bajado, lo cual es intolerable; además, «se está fomentando un sistema perverso: en cada ciclo de examen las autoescuelas de Barcelona presentan 1.900 profesores (es una barbaridad), muchos de ellos contratados en otras provincias, simplemente para poder llevar alumnos al examen. (Pero claro, hay que comprender a los centros de Formación Vial, que sólo quieren a toda costa que sus alumnos se examinen.) Si a eso unimos el hecho de que las presentaciones de los aspirantes se gestionan todavía de un modo manual, por un funcionariado muy mermado de efectivos, el panorama es insostenible». 
 

Acabar con la bolsa de pruebas aún por hacer

Al parecer, la DGT enviará 4 examinadores itinerantes a Barcelona, para que refuercen el servicio durante mayo, junio y julio, pero la presidenta de la FAB cree que la solución a este problema endémico es un pacto urgente y puntual basado en la buena voluntad de todos, con un objetivo prioritario: acabar con la bolsa de pruebas de circulación aún por hacer. «Lo que pedimos es que durante un tiempo (sólo el necesario para poner fin a este problema mayúsculo) los examinadores accedan a evaluar 13 pruebas, en vez de 12, y que se apunten en masa a las horas extras; hacen falta medidas de choque».