La formación vial incrementa la percepción del riesgo que evita accidentes

La formación vial incrementa la percepción del riesgo que evita accidentes


La tecnología avanza a pasos agigantados. Sus aplicaciones en la infraestructura y la conectividad con los vehículos, y de éstos con los conductores, contribuye, sin duda, a mejorar la seguridad vial. Sin embargo, el factor humano sigue siendo determinante. Ante cualquier maniobra, la decisión última recae sobre el conductor o peatón. Los usuarios no mueren en la vía por el desconocimiento de la norma, sino por una mala decisión que se toma a partir de la percepción del riesgo de cada uno.


La concienciación sobre las graves consecuencias que puede tener vulnerar la norma ayuda, de manera efectiva, a interiorizarla y a facilitar su cumplimiento. La realidad es tozuda: sólo la formación vial y los conocimientos adecuados permitirán que la conectividad y la tecnología sean efectivas en el ámbito de la seguridad vial.

Aunque previsiblemente la Dirección General de Tráfico (DGT) dará luz verde en breve a la incorporación de los videos de percepción del riesgo en la formación vial que se imparte en las escuelas particulares de conductores, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) pide dar un paso más: reclama la implantación de los módulos de concienciación obligatorios y presenciales.

Durante su intervención en el segundo panel sobre formación de conductores, directiva europea, sensibilización vial y conducción acompañada del Foro organizado por Fesvial en Trafic 2023, el vicepresidente de CNAE, Sergio Olivera, explicó los motivos de esta propuesta. «Más allá de explicar la norma, consideramos imprescindible explicar su porqué, para que los aspirantes a conductores la interioricen y facilitar así que desarrollen habilidades para que perciban antes el riesgo, para que se conciencien de la importancia de tener conductas respetuosas con los demás y para que se sensibilicen con las consecuencias tan graves de los siniestros viales y, todo eso, requiere una formación presencial».

En este sentido, Olivera incidió en «no dejar pasar esta oportunidad» e insistió en que «los módulos representan un paso adelante determinante para aumentar la seguridad vial».


Durante su intervención en la inauguración de la jornada, también el director general de Tráfico, Pere Navarro, hizo hincapié en la presencialidad en la formación vial. “En el debate abierto en Tráfico sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la formación, debemos encontrar un punto de equilibrio” afirmó, aunque también reconoció la conveniencia de “menos tecnologías y más presencialidad” en materia de formación vial.


Formación continua

Una de las principales conclusiones de la jornada ‘Retos de la tecnología y la formación vial en el decenio 2021-2030’ en el marco de la XVIII edición de Trafic, Salón Internacional de la Movilidad Segura y Sostenible y del II Global Mobility Call fue la defensa unánime de una formación continua.

Los ponentes del segundo panel coincidieron en señalar la formación de conductores como eje esencial para mejorar la seguridad vial. La formación vial presencial y continuada, con cursos de reciclaje a lo largo de todo el ciclo vital, junto con los módulos de concienciación y sensibilización, abandonando el aprendizaje memorístico del examen tipo test para la obtención del permiso de conducir, son fundamentales para la mejora del modelo actual.

En clara alusión a las propuestas que están encima de la mesa en materia de concienciación y sensibilización, la subdirectora general de Educación y Formación Vial de la DGT, María José Aparicio, recordó que «en la formación de conductores estamos dejando de lado a los usuarios de patinetes y bicicletas que no pasan por las autoescuelas».

Por otro lado, dejando al margen a los conductores profesionales, un conductor que obtuvo el permiso B hace 20, 30 o 40 años y con una larga vida por delante como usuario de la vía, «en la actualidad no tiene ningún tipo de obligación de reciclaje», apuntó Olivera.  

En este sentido, «resulta importante actualizar conocimientos, conocer los ADAS, los factores de riesgo que han cambiado con los años (con la irrupción de los móviles, con nuevas formas de movilidad en las ciudades con bicicletas y patinetes, por citar dos ejemplos), y con vehículos a motor que también han evolucionado», afirmó el vicepresidente de CNAE.

«Si bien es cierto que, en el contexto actual algunas empresas apuestan por la formación continua de sus trabajadores motu proprio y organizan cursos de sensibilización y seguridad, estas iniciativas son minoritarias; habría que fomentar este tipo de formación», señaló.


Otros temas

La conducción acompañada fue otro de los asuntos tratados en el marco de la Jornada organizada por Fesvial. Es un modelo de acceso al permiso con larga tradición en algunos países de Europa. La subdirectora general de Educación y Formación Vial de la DGT se mostró favorable a su adopción, pero exclusivamente para la obtención del permiso B. El vicepresidente de CNAE dijo: «es pronto para aventurar nada al respecto, porque todo dependerá de cómo quede la directiva europea, cuya modificación se tramita en la actualidad. En la UE hay varios modelos; unos nos gustan más que otros, pero insisto en que sería prematuro aventurar cualquier hipótesis».

Sobre la necesidad de concienciar y sensibilizar a los usuarios de las vías desde la infancia, la subdirectora general de la DGT subrayó «el enorme paso conseguido con la introducción de la educación vial en las aulas, además de la necesidad de mejorar el modelo actual de formación vial, incluyendo contenidos sobre nuevas tecnologías aplicadas a la movilidad para que ésta sea más segura».

Por su parte, Sergio Olivera calificó de «acierto» por parte del Ministerio de Educación, y con el impulso de la DGT, «la implementación de la educación vial en el currículo escolar, para que a los niños se les inculquen valores de prudencia y respeto de manera que, en el futuro, tengamos usuarios más concienciados».

(En la foto y de izquierda a derecha: Sergio Olivera, Julio Sanz, David Pérez, María José Aparicio e Ignacio Lijarcio.)