CNAE propone a la DGT que forme 100 examinadores interinos

CNAE propone a la DGT que forme 100 examinadores interinos

Además de los que tiene previsto habilitar hasta finales de 2018.


De la delicada situación por la que atraviesa el servicio de exámenes de la DGT da idea el hecho de que no llegan a 500 los examinadores que intervienen a diario en las pruebas de circulación, que son, con diferencia, las que absorben una mayor carga de trabajo. 
 
Un ejemplo: en la jefatura de Valencia supervisan y evalúan dicha prueba 21 funcionarios, por término medio, cuando en la plantilla hay 33 examinadores. 
 
Un conjunto de factores explica tan notoria disparidad: las bajas por enfermedad, las vacaciones, los días de libre disposición (moscosos, canosos, etc.), las tareas sindicales, el hecho de que muchos coordinadores no examinen, la asignación de los funcionarios a otras tareas dentro de la jefatura, etc. 
 
Al final, con los procesos actualmente abiertos para formar nuevos examinadores, se deberían incorporar al servicio a lo largo de 2018, unos 160: dos grupos de exmilitares (70), más los correspondientes a la oposición en marcha (70) y otros 20 que provienen de una promoción interna. 
 
Sin embargo, pueden prejubilarse 45 adscritos a MUFACE y se jubilan otros 14 adscritos a la Seguridad Social. Total: con suerte habrá 101 examinadores más a finales de 2018. Recordemos que el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, dijo a principios del año pasado que faltaban 176.
 
Así las cosas, CNAE ha propuesto a la DGT que elija a 100 personas de las que aprueben la oposición abierta y no obtengan plaza y las ponga a trabajar como funcionarios interinos. 
 

Hay que comunicar el resultado in situ

Además, CNAE exige que se cumpla lo dispuesto en la directiva europea sobre Exámenes de Conducir y se comunique inmediatamente al aspirante el resultado de la prueba.  La Confederación entiende que no vale con decírselo al profesor, como se hace en algunas jefaturas. 
 
En cuanto a la eventualidad de que fuesen grabadas las pruebas de circulación, CNAE no se opondría; todo lo contrario, lo vería con buenos ojos.

Contrasentido

Otro problema es el derivado de las tecnologías de los vehículos (las denominadas Ayudas a la Conducción o ADAS). En Holanda, Reino Unido y Alemania no existen cortapisas y se pueden utilizar todos los vehículos de que se dispone en el mercado. En España, hay jefaturas que admiten un vehículo que otras rechazan.
 
La DGT ha sido hasta ahora partidaria de no permitir las ADAS en las pruebas de circulación. Pero es un enfoque que impide, entre otras cosas, que las autoescuelas familiaricen al aspirante a conductor con estas tecnologías que la mayoría de los vehículos poseen de serie. Un contrasentido, a juicio de CNAE. 

Centros desplazados y pistas

En muchos centros desplazados y con motivo de la huelga de los examinadores, se dejó de hacer el examen teórico. La DGT sigue escasa de examinadores, por lo cual no es muy partidaria de restablecer esta prueba en los centros desplazados, a fin de ahorrarse justamente el traslado de los funcionarios. 
 
Hay otro factor: dicho examen teórico se hacía en papel. Tráfico quiere acabar con este procedimiento, pero las autoescuelas de las zonas donde antes se examinaba y ahora no, y los alcaldes de las localidades afectadas por la medida no se resignan a los hechos consumados. 
 
Las ofertas para informatizar centros de examen cedidos por los propios consistorios no han hecho mella en la DGT, que ha alegado siempre para negarse la falta de seguridad informática. 
 
No todas las pistas para las pruebas en circuito cerrado cumplen la normativa vigente y algunas no sirven para todas las clases de maniobras. La DGT, al parecer, quiere enfocarlo desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales. 
 
Por último, CNAE estudiará proponer a alguna aseguradora que cree una póliza que cubra futuras huelgas de examinadores.