Las nuevas motos del carné A2 derivadas de otras con más potencia deben venir limitadas de fábrica

Las nuevas motos del carné A2 derivadas de otras con más potencia deben venir limitadas de fábrica

Hasta ahora eran los concesionarios o los talleres los que ponían los kits limitadores, siempre en motos que no excedían los 70 kW de potencia (o 95 cv).

 
El artículo 4 del Reglamento General de Conductores, titulado “Clases de permiso de conducción y edad requerida para obtenerlo”, dispone en su apartado c) que “El permiso de conducción de la clase A2 autoriza para conducir motocicletas con una potencia máxima de 35 kW y una relación potencia/peso máxima de 0,2 kW/kg y no derivada de un vehículo con más del doble de su potencia. La edad mínima para obtenerlo será de dieciocho años cumplidos.”
 
Esto es, si el vehículo no es derivado de otro más potente, no puede exceder los 35 kW. Si lo es, el vehículo original no puede tener más de 70 kW y sólo puede ser conducido con un permiso A2 tras ser limitada su potencia a 35 kW como mínimo.

Dos homologaciones
 
El problema para la seguridad vial era que, de un modo muy sencillo, las motos transformadas recuperaban la potencia primitiva, circunstancia preocupante, ante la eventualidad de que conductores inexpertos se pusiesen al mando de vehículos de una potencia que podía doblar la que autoriza su permiso.
 
La normativa, que entró en vigor el 1 de enero de este año, fue publicada el 1 de septiembre de 2016 y figura en el Manual de Reformas de Vehículos, del Ministerio de Industria. Entre otras cosas, obliga al fabricante a dos homologaciones: una para el vehículo sin transformar y otra para el vehículo transformado (o sea, al que se ha reducido la potencia), con lo cual desincentiva la operación, cuyos gastos correrían por cuenta de la marca. 

Además, la recuperación de la potencia primitiva será bastante más difícil. En opinión de los expertos, los fabricantes optarán ahora por hacer motos específicas para el permiso A2.