Expertos y ciudadanos coinciden: sólo la clase presencial forma conductores seguros

Expertos y ciudadanos coinciden: sólo la clase presencial forma conductores seguros
 

Un estudio del Intras (Universidad de Valencia) prueba que la mayor parte de la población, incluidos los propios docentes, creen que la enseñanza presencial es clave para la preparación de los conductores y que, bajo la perspectiva de la seguridad vial, aventaja con mucho a la recibida a distancia.


 

El estudio, titulado «El futuro de la formación de conductores, ¿presencial u on-line? Opinión de profesionales de formación y población española», fue elaborado entre mayo y septiembre de 2020, o sea, en plena pandemia. Consistió en una encuesta a 1.200 personas de entre 18 y 65 años, que habían recibido los dos tipos de formación, y en otro sondeo, esta vez a 152 profesores con experiencia tanto en la clase presencial como en la clase a distancia.

Los ciudadanos opinaron que las ventajas de la enseñanza on-line son principalmente el horario (60%), el poder asistir desde casa (34%) y la comodidad y flexibilidad (el 32,5%). Mientras que entre los inconvenientes mencionaron la dificultad para resolver las dudas (44,7%), la ausencia de contacto –interacción, trabajo en equipo, consultas compartidas, etc.– (38,7%), la exigencia de mayor autodisciplina (27%) y las deficiencias de los cursos (24,3%).

Por su parte, los expertos mencionaron entre las ventajas el poder trabajar desde casa (30,4%), el horario (29,6%) y la accesibilidad desde cualquier lugar o dispositivo (23,7%). Y entre los inconvenientes, la ausencia de contacto con y entre los alumnos (65,2%), el peor control de la actividad y del aprendizaje de los alumnos (46%), la dependencia tecnológica (37,0%) y la necesidad de un mayor esfuerzo y dedicación –para compensar el aislamiento y la distancia– (32,0%).

 

¿Qué preferiría usted?

¿Para qué elegiríamos la clase presencial? Mayormente, para: aprender a manejar el vehículo y a conducir bien y con seguridad, ensayar la reanimación cardiopulmonar, interactuar más con el profesor y solucionar las dudas, corregir los malos hábitos y las falsas creencias y estar más atento y motivado durante las explicaciones. 

Y también, para ser conductores más seguros y tener menos accidentes, para concienciarnos de la responsabilidad de conducir, para conocer de primera mano el testimonio de las víctimas, para estar más informados y formados, etcétera.

En cambio, optaríamos por la formación on-line para aprender las normas fundamentales de seguridad; uso del cinturón, no uso del móvil, circulación en glorietas… Aprender las normas básicas de circulación, el significado de la señalización y conocer con detalle el Reglamento General de Circulación.

El 62,8% de los encuestados sostiene que hay muchas cosas de la formación del conductor que es imposible aprenderlas bien on-line, frente al 10,2% que opina lo contrario. El 60% opina que, si se quiere aprender a conducir de verdad y sacarse el permiso, hay que acudir a una autoescuela. El 10% se mostró en desacuerdo.

Comentó los resultados del estudio el catedrático Luis Montoro, director del mismo: Lo presentó uno de sus autores, Ignacio Lijarcio, investigador del INTRAS. También intervino Mar Cogollos, directora general de AESLEME. (En la foto, arriba y a la derecha, Mar Cogollos; arriba y a la izquerda, Ignacio Lijarcio; debajo, Luis Montoro.)